About my Blog

Pasa, tómate un café y comparte ideas, imágenes y música que nos ayuden a hacer camino al andar, mientras buscamos sentido a nuestras vidas e intentamos entender el mundo que nos rodea.

martes, julio 20

El hombre culto en el retrete

“No tengo tiempo para leer”  suele servir de justificación para mitigar nuestra ignorancia. Sin embargo,  podemos buscar un paréntesis de soledad en nuestro piso, en aquellos momentos superpoblados de estrés.

 Hay un camino a la cultura que pasa por encerrarse en el cuarto de baño, la toilette, que dirían los franceses.

¿Quién no ha leído en el retrete? Esos minutos, más o menos extensos, a lo largo de nuestra vida, dan para leer muchas páginas y contribuyen a formar almas cultas.

El proceso puede seguirse con una mínima disciplina. Para comenzar, separemos el acto metabólico de evacuación del acto cultural de la lectura. Seguro que los más pulcros habrán seguido un orden establecido. 
Golpear varias veces los dispensadores de perfume – existen multitud de olores diferentes- parece el inicio propicio para conseguir la atmósfera adecuada.

Aliviarse, asearse, cerrar la tapa del retrete, sentarse encima y leer parecen los siguientes.

Por supuesto, en uso de nuestra sacrosanta libertad, cada uno usaremos nuestro propio orden. ¡Faltaría más!

Y quizás  como señal que nos obligue  a terminar,   podemos esperar a oír sobresaltados, los golpes de alguien desesperado y a punto de…reventar (?) mientras nosotros disfrutábamos de un buen libro, o de la revista de moda con los últimos chismes o la prensa deportiva con los triunfos de la roja.

Lo que realmente interesa es leer, el sitio es lo de menos.

Para saber más:

Consultar nuestra propia experiencia y la de aquellas  personas que están a nuestro alrededor.

Consultar instrucciones de uso del wáter



4 comentarios:

Fernando Gámez dijo...

Pero qué humor tienes. Señal de que tú has leído y quizás sigas leyendo muchas veces en el (¿cómo lo llamo sin herir sensibilidades?, pues en castellano antiguo) retrete.
Mira que yo he sido un macahcón en el tema de la lectura durante mis años de docente, como tú sabes; pero jamás me atreví a sugerir que se hiciera en el retrete.
Bueno, todo sea por la lectura y por conseguir muchos y asiduos lectores, en lo que sí estoy de acuerdo contigo.
Un abrazo.

ftz dijo...

¿A ti qué te parece?
Un abrazo

Uvejota dijo...

Perdona Amigo Felipe, que comente en tu blog por primera vez, sobre un tema tan “culinario”, jejeje… Pero es que me he hartado de reír, no solo por el artículo en sí, que no deja de ser gracioso, aunque real y objetivo –yo conozco a varios amigos y familiares que practican “la cultura retretil”- sino porque me imagino a más de uno y/o una, en esa postura y concentrados en la lectura, jajaja….
“uvejota” que siempre ha sido un mal lector –“mea” culpa- jejeje… nunca se ha sentado en ese pupitre para tan loable labor, en el que tu sientas al ¿hombre culto?. Sin embargo y en honor a la verdad, si que aprovecho para “pensar”, “meditar”, “proponer” y “presupuestar” casi todos los acontecimiento de ese día. Y sobre todo es, en esa postura donde “uvejota” se inspira y adopta las más brillantes ideas que no siempre pone en práctica.
Un abrazo
v.j.

ftz dijo...

Al final entre todos vamos a encontrar usos "adecuados" a ese pequeño cuarto indispensable en nuestras casas. Leer, filosofar, presupuestar, meditar...
Bienvenido a este café y espero te animes a compartir con nosotros muchos más.
Un abrazo