Raro es el día que no nos encontramos con un avance científico. Ante los problemas por la baja natalidad japonesa, aún más baja que la española, los gobiernos intentaron todo tipo de ayudas para incentivar un aumento de los nacimientos: ayudas directas, incentivos fiscales, estímulos de todo tipo.No han tenido éxito.
La tecnología ha venido en su ayuda con un invento genial. Animar a las parejas con un robot bebé. Habéis leído bien, un robot bebé. De hecho han creado uno de cinco años y otros dos más pequeños.
Según informa Fernando Onega en La Vanguardia, es como una criatura linda, llora como un bebé, pide teta como un bebé, y seguramente alguna japonesita pensará que está para comérselo.
La empresa que espera muchas ventas confía en que de esta manera se animen a tener uno de verdad.
No cabe duda de que vivimos en un mundo por lo menos muy curioso. Par aumentar nuestra libido vemos porno, podemos hacer deporte con la Wii, disfrutamos de aromas en el campo embotellados, cambiamos nuestro aspecto físico mediante la cirugía estética, para quitarnos el stress tomamos pastillas. Basta con ir al súper y elegir.
Pero detrás de nuestra sonrisa seguramente se esconda la tristeza de noticias como esta que a mi modo de ver deja tras de sí, la falta de una vida interior. Una dimensión de los humanos que es universal. Que está en todos los tiempos y en todas las culturas. Que consiste en escuchar voces y movimientos que vienen de dentro. Es de lo que nos habla de lo que realmente cuenta en nuestra vida. Las expectativas externas no hacen funcionar al hombre.
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Me niego a pensar que nos encaminamos al mundo feliz que describía Aldous Huxley en su novela.
Para saber más:
Tendencias 21: Crean un robot bebé
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