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lunes, mayo 31

calabuch

Para los aficionados al cine y más si tienen mi edad hay películas difíciles de olvidar y que con el paso de los años no envejecen. Hoy he tenido la oportunidad de volver a disfrutar con Calabuch, la gran película de Luis García Berlanga en 1956Calabuch es ese lugar donde la gente aún puede vivir con sentido del humor, con amistad, gracias al contrabando, esperando a la muerte como a una vieja amiga que llega a pie, sin prisas, llevándoselo uno a uno. 
Pero mi comentario no va por lo que significó ni por las ideas que nos dejó. Seguramente es por defecto profesional pero en una de las escenas vemos a la maestra del pueblo enseñando matemáticas a las personas mayores y en la pizarra hay escrito un problema de matemáticas que dice: 
Si en tu barca tienes 12 cartones de tabaco y te requisan 7 ¿Cuántos te quedan?
La realidad cotidiana dentro de la escuela en una película de 1956,  ¿hemos avanzado? o ¿hemos perdido el rumbo?.
¿Qué pensáis?

jueves, mayo 27

comprender y entender al diferente

Hace unos días un amigo me envió unas imágenes curiosas sobre la vestimenta de varias mujeres musulmanas. Todas llevaban velo, pero su postura dejaba entrever ropa intima muy moderna.
Recordé que había leído algo sobre la modernización de la mujer árabe y me puse a buscar entre mis papeles. Esto es lo que encontré.
¿Se han preguntado alguna vez qué hay debajo del chador?

Delphine Minoui nos lo descubre en Les Pintades à Téhéran (Las chavalas de Teherán), una crónica apasionante, y apasionada, de la vida cotidiana de las iraníes. Lejos de los tópicos al uso sobre la República Islámica y sus habitantes, la periodista francoiraní se acerca sin prejuicios y con mucho humor a esa mitad del país que está llevando a cabo una verdadera revolución silenciosa ante las barbas de unos dirigentes cada vez más desconectados de la realidad.

Minoui encadena anécdotas que nos van dibujando a las iraníes mejor que cualquier tratado de sociología. Desde cómo colocarse el pañuelo para no parecerse a Doña Rogelia hasta las tribulaciones de las jóvenes ante las restricciones para relacionarse con el otro sexo, su relato nos describe una sociedad en ebullición y llena de contrastes, cuyas mujeres desbordan el molde al que pretenden confinarlas tanto la dictadura religiosa como la mirada occidental.

Así cuenta cómo a la imposición del hiyab, las nuevas generaciones están respondiendo con pañuelos minúsculos y batas cada vez más ajustadas; a las dificultades para divorciarse, con contratos matrimoniales que les garantizan ese derecho (y otros, como poder trabajar o viajar sin permiso del marido), y a la prohibición de cualquier relación sexual no sancionada religiosamente, con estrategias dignas del Ananga Ranga. Su atrevimiento es mucho más que un juego del ratón y el gato con los barbudos que se encargan de mantener un orden moral propio del Medievo. Tal vez la semilla de una revolución silenciosa que saque al país de su atolladero actual.
Sus protagonistas son mujeres de carne y hueso, con sus virtudes y sus vicios. Jóvenes y menos jóvenes. Ricas y pobres. Con y sin estudios. Religiosas y descreídas. Todas por igual desafían el corsé y valen mucho más que la mitad de un hombre que les atribuyen sus leyes.

En Les Pintades à Téhéran hay deportistas, fashion-victims, artistas, contestatarias, trabajadoras, amas de casa y muchas universitarias. Todo un reto para una República Islámica que, al imponerles el hiyab, facilitó el acceso a la enseñanza de las que procedían de familias más conservadoras. Lejos de la sumisión que proyecta el velo, ellas luchan por hacerse su hueco en una sociedad que sigue siendo muy patriarcal y cuyas tradiciones no todas cuestionan con igual ímpetu.
Es cierto que bajo la mirada de la ley islámica, en vigor desde la revolución de 1979 y la instauración de la republica islámica de Irán, la mujer sólo vale la mitad que un hombre. Por lo tanto, el “segundo sexo” no tiene derecho a cantar, a salir a la calle sin pañuelo, a tener acceso a ciertas profesiones como la de jueza. Su día a día está trufado de trampas. Pero también animado por este deseo profundo de transgredir lo prohibido, de dar, cuando la ocasión se presenta, en las narices a la censura, de contonear los obstáculos, a menudo con mucho humor, elegancia y poesía.

El resultado más evidente de esta lucha continua y cotidiana es que el 60% del censo universitario son mujeres. Así y contrariamente a las previsiones, las mujeres están en todas partes: en el parlamento, donde ocupan puestos de diputadas, a la cabeza de grandes empresas, al volante de sus coches… y de sus taxis. Bajo el velo las iraníes tienen las uñas perfectamente pintadas. Y atención, os dicen ellas: Teherán no es ni Riyad ni Kabul. Este es el Irán que se peor se conoce, el de su sociedad vitalista y valiente, que se bate contra un sistema político impuesto.”

Habrá que seguir haciendo un esfuerzo para comprender y entender al otro. ¡Ánimo!

domingo, mayo 23

La ética y la célula artificial

Científicos del Instituto J. Craig Venter de EEUU han conseguido que un genoma sintético, creado por ellos mismos mediante síntesis química, controle las funciones de una célula bacteriana. Los investigadores han sustituido el genoma de la bacteria Mycoplasma capricolum por otro sintético con la secuencia del de la especie Mycoplasma mycoides, de tal forma que la primera ha empezado a actuar y auto-replicarse como la segunda. Este avance puede ayudar a resolver problemas energéticos y medioambientales. 
Los científicos se refieren a la célula resultante como ‘sintética’, pero en realidad sólo es sintético el genoma. Gilbson aclara que, aunque el citoplasma de la célula receptora no es sintético, “después de trasplantarla y replicarla en una placa para formar una colonia, la progenie no contendrá ninguna de las proteínas que estaban presentes en la célula receptora original”.

Implicaciones éticas

Los autores también hacen referencia en la publicación a las implicaciones éticas de este avance en biología: “Las discusiones éticas relativas a la síntesis de vida las tenemos desde las primera etapas del estudio. Según se vayan extendiendo las aplicaciones de la genómica sintética, anticipamos que este trabajo continuará planteando asuntos filosóficos con implicaciones sociales y éticas. Animamos al dialogo continuo”.

“Cualquier nueva área de la ciencia o la tecnología se puede emplear con fines positivos (en el caso de la genómica sintética: nuevos biocombustibles, nuevas vacunas y medicamentos, agua potable...) o pueden ser utilizados de una manera negativa”, plantea Gibson.

“Desde el primer día del programa de investigación para crear la célula sintética, hace ya casi 15 años, hemos trabajado duro para establecer un diálogo con especialistas en bioética, los gobiernos de EE UU y de otros países, miembros del Congreso, educadores, estudiantes y los medios de comunicación. Esta área de la ciencia se ha analizado en detalle y creemos que tiene un gran potencial para el bien de la sociedad si se usa con prudencia. Tenemos la intención de ser líderes en hacer esto una realidad”, concluye.

¿Es crear vida?

No desde cero. El genoma artificial es casi una copia exacta del de una bacteria natural. Es cierto que ha sido sintetizado "desde cero" en un sentido químico, pero no en un sentido matemático, porque parte de una secuencia de ADN almacenada en un ordenador. Crear vida desde cero implica saber 'escribir genomas'. Por el momento, sólo la evolución sabe hacer eso.

¿Llegaremos a crearla?

Sí. No hay ninguna objeción de principio, y por tanto se puede considerar un problema meramente técnico. Un gran problema meramente técnico. Pero habrá avances rápidos con métodos como la evolución artificial. Aun sin saber 'escribir genomas', esos métodos ya permiten superar a la naturaleza en cualquier gen concreto. Sus resultados son creaciones mitad humanas, mitad del azar.

Opiniones de la Iglesia

 "Si [esta línea de investigación] se emplea para el bien, para tratar patologías, sólo podemos valorarla de manera positiva. Si resulta no ser útil para respetar la dignidad de la persona, entonces nuestra valoración cambiaría", afirmó Rino Fisichella, que dirige la Academia Pontificia para la Vida y por lo tanto es la máxima autoridad en bioética del Vaticano, en declaraciones recogidas por Associated Press. Otra alta autoridad católica, el cardenal Angelo Bagnasco, que preside la Conferencia Episcopal italiana, también elogió la investigación de J. Craig Venter como "un signo más de inteligencia, el regalo de Dios para comprender la creación y ser capaces de gobernarla mejor". Pero "la inteligencia nunca puede estar exenta de responsabilidad", añadió.

Para saber más

viernes, mayo 21

sólo para alumnos valientes

Todos sabemos que en los colegios se dan situaciones desagradables en ocasiones.  Las medidas que se toman no siempre son eficaces, no solucionan nada e incluso en ocasiones aumentan las intimidaciones que sufren algunos alumnos por parte de sus compañeros. No importa el tipo de agresiones, ya sean verbales o físicas, acoso de tipo sexual,  racista o  acoso anónimo  a través del móvil para colgarlo en Internet.  cualquier tipo de maltrato es intolerable.


Un chaval magrebí recibió la semana pasada una paliza por parte de dos compañeros de instituto en Sanlúcar la Mayor (Sevilla), donde vive en un centro de acogida para menores. Le agarraron en la puerta y le pegaron hasta el punto de que tuvo que ser trasladado al ambulatorio.
Los dos agresores han sido expulsados entre 10 y 15 días tras el atenuante de haberle pedido disculpas al chico, que ya está recuperado.


Os dejo a continuación una carta que ha escrito un profesor,  Antonio Ladesa, del  IES Lucus Siles de Sanlucar la Mayor de Sevilla. Es una carta a todos los alumnos del instituto.



Esto es sólo para alumnos valientes

Algunos opinan que el agresor fue un valiente, un machote. Nada más lejos de la realidad, ir a por el pequeño, el indefenso, el extranjero, el de otra raza, el que vive sin padres en un centro de acogida, no es de ser valiente, es ser un COBARDE y otras cosas más.

Pero éste no fue el único COBARDE, hubo otros:


Mientras se producía la agresión, otros compañeros vuestros, patearon al mismo chico, incluso mientras otros compañeros y profesores vuestros intentaban separarlos, aprovechaban para entrar, dar una patada y salir corriendo, amparados en la bulla. Estos son aún más COBARDES, menos hombres, no sé cómo llamarlos.
¿Acaso no sabéis que una patada en el hígado, los riñones, el bazo, el pecho, la cabeza, etc. puede matar a una persona?

Por éstos no fueron los únicos cobardes, hubo otros:

Los que animaban a que siguiera el linchamiento, COBARDES.
Los que NO HICIERON NADA, COBARDES. SÍ, COBARDES también.
Con este tipo de actitudes, sólo se consigue fomentar la violencia, el machismo, el racismo, la xenofobia… No sólo los que agreden, sino quienes lo permiten. Hay que evitar estas conductas y sancionarlas cuando se producen, antes de que sea tarde. ¿O sólo os vais a mover cuando maten a alguien? Cuando tengamos otra Marta. Cuando sea un compañero cercano, ¿os moveréis? ¿Es menos persona un compañero de otro? ¿Es menos persona alguien más pequeño, de otro país, de otra raza?
Y cuando seamos nosotros, ¿seremos menos? ¿tendrán derecho a pegarnos?
Me resisto a creer que las charlas, las actividades, las excursiones que hacéis en el día de la mujer, de la paz, etc. no sirven para nada, confío en que sólo unos cuantos de vosotros seáis unos COBARDES. Y también confío en que cuando alguien insulte o agreda a otro, no os pongáis de su lado, sino que lo aisléis, si no lo hacéis seréis igual que él.
Señalar, denunciar y reprender al que maltrata es ser una persona, un hombre, una mujer. HAZLO si eres VALIENTE.
Maltratar, participar, alentar y callar es de COBARDES.
Algunos estáis a tiempo de dejar de ser COBARDES. Otros no. ¿Tú dónde estás?
Los profesores estamos aquí para algo más que enseñaros asignaturas, para ayudaros a ser mejores personas, no desaprovechéis esta oportunidad.

Antonio Ledesa
Profesor de valientes
(Por favor, los cobardes, no digáis que yo os enseñé a serlo)

Sobran los comentarios ¿no os parece?


Esta noticia procede del periódico: Periodismo humano 

jueves, mayo 20

Amabilidad, empatía y asertividad

Los últimos descubrimientos sobre el funcionamiento del cerebro que han realizado los neurólogos y los biólogos les llevan a hablar de neuronas espejos, llamadas de la empatía, que permite a los seres humanos sentir y experimentar situaciones ajenas como si fueran propias.
Parece que somos los animales más sociales y que buscamos interactuar íntima y amigablemente con nuestros semejantes.

La verdad es que cada vez con más frecuencia se habla de amabilidad, de empatía e incluso de asertividad. Tengo la sensación de que empezamos a darnos cuenta de donde estamos y hacia donde debemos caminar. Por eso no me sorprende que aparezcan periódicamente artículos de prensa y ensayos que nos hablen de amabilidad, Esther Tusquets en su articulo: elogio de la amabilidad; o Jeremy Rifkin con la civilización empática, y Javier Castañeda con su ¡No quiero!, pasando por Irene Orce en su columna, el arte de escuchar.

El hecho de ser una especie básicamente empática debe tener consecuencias sociales profundas incluso de gran alcance que podrían determinar nuestra suerte en las próximas décadas.

Estamos en un momento crítico y ahora más que nunca necesitamos dar un salto hacia una conciencia empática de alcance mundial. Si fuésemos capaces de aprovechar nuestra sensibilidad empática para instaurar una nueva ética mundial, habríamos superado nuestros egoísmos, de tal forma que nos situaríamos en una nueva época de la política mundial.

Los jóvenes están llevando su capacidad de empatía más alla de las creencias políticas y religiosas o de identificación nacional, está surgiendo una civilización empática.
Estamos aún a tiempo.

Para saber más:

Elogio de la amabilidad, de Esther Tusquest
Patólogias urbanas de Javier Castañeda
El arte de escuchar de Irene Orce
La civilización empática de Jeremy Rifkin
La asertividad para gente extraordinaria de Eva Bach y Eva Fores



domingo, mayo 16

arte callejero

Todos hemos visto en alguna ocasión dibujos realizados en el suelo con un realismo impresionante. Hoy os dejo como se realizó uno de ellos. Merece la pena verlo.

sábado, mayo 15

Carta abierta al Papa


Os dejo una carta abierta a Benedicto XVI.; La he visto publicada en Atrio, tomada a su vez de Il dialogo una web italiana. Esta firmada por un grupo de mujeres que han mantenido o mantienen relación sentimental con algún sacerdote o religioso. Hablan de un problema que ha vuelto al primer plano en la iglesia después de los escándalos de pedofília. Mi intención es dar a conocer lo que se piensa y se escribe referente a la iglesia y que cada uno en uso de su libertad acepte todo o parte o nada.

Al Papa Benedicto XVI:

Quién escribe es un grupo de mujeres, de todas las partes de Italia, que han vivido o viven todavía ahora la experiencia de una relación con un sacerdote o un religioso. Estamos acostumbradas a vivir en el anonimato esos pocos momentos que el sacerdote logra otorgarnos y vivimos diariamente las dudas, los temores y las inseguridades de nuestros hombres, supliendo sus carencias efectivas y sufriendo las consecuencias de la obligación al celibato.

La nuestra es una voz que ya no puede seguir siendo ignorada, a partir del momento en que escuchamos que se reafirma la sacralidad de lo que no tiene nada de sagrado, de una ley que se conserva sin atender a los derechos fundamentales de las personas. Nos hiere el desprecio con que desde hace siglos y en declaraciones recientes se trata de silenciar el grito de hombres y mujeres que sufren en el sudario ya rasgado del celibato obligatorio.

Intentamos reafirmar –aunque ya gran parte de los cristianos lo sepa– que esta disciplina no tiene no nada a que ver ni con las escrituras en general, ni con los Evangelios en particular, ni con Jesús, que de ello jamás habló.

Todo lo contrario. En cuanto podemos saber, a Él le gustaba rodearse de discípulos, casi todos casados, y de mujeres. Nos diréis que también Jesús vivió soltero y el sacerdote simplemente se configura a Él con su elección. Está bien, una elección. Pero una norma no puede ser nunca una elección, si no es forzando su sentido. Si además se la define como carisma, no puede por tanto a ser impuesta ni exigida, mucho menos por el Señor, que nos ha querido libres, porque el amor es libertad, desde siempre.

¿Es, por lo tanto, razonable pensar que Él pretendiera negar ciertas expresiones de amor y libertad a algunos de sus discípulos?

Son bien sabidas comúnmente las razones que, con el tiempo, impulsaron a la jerarquía eclesiástica a introducir esta disciplina en el mismo sistema jurídico canónico: el interés y la conveniencia económica. Después, a lo largo de los siglos, todo ha sido adobado con una cierta dosis de misoginia y de hostilidad hacia el cuerpo, las pulsiones psicológicas y sus exigencias primarias.

Es por tanto una ley “humana”, en el sentido amplio del término. Y hay que partir de esta evidencia, para preguntarse si, como en todas las leyes humanas, en un cierto momento histórico, no sera necesario volverla a plantear y modificar o incluso, cómo deseamos, a eliminarla del todo.

Para hacer esto, es necesaria mucha humildad, mucho valor, el de desligarse de las lógicas del poder para descender con sinceridad al el mundo de los hombres al que, guste o no, también pertenece el sacerdote.

Citamos a Eugen Drewermann (“Clérigos. Psicodrama de un ideal”, Trotta, 1995),:

“Según la ideología teológica la persona del clérigo individual se parece a a un cubo de agua: es necesario vaciarlo completamente de su contenido para rellenarlo nuevamente hasta el borde pesar de todo lo que a los superiores eclesiásticos parece conveniente. De esta manera se neutraliza toda la esfera de los sentimientos humanos a favor del decisionismo del poder. De todo la gama de posibles relaciones humanas sobrevive sólo un tipo de relación: la que corresponde al orden y la sumisión, el ritual del amo y el sirvo, la abstracción y la reducción de la vida al formalismo de la observancia de determinadas instrucciones”.

No es un asunto de tener más tiempo para dedicarlo a los otros, como expresa la más repetida entre las innumerables frases que utilizan los que afirman que el clérigo no deba y no pueda tener una compañera, sino más bien el rechazo de la idea de que él pueda disfrutar de de una presencia sentimental más íntima y personal, a veces incluso de las mismas amistades.

De hecho, continúa Drewermann,:

“la identificación obligatoria con el papel profesional no le permite vivir a uno mismo como persona y no le queda otra posibilidad que fingir el calor humano, la cercanía emocional, la comprensión pastoral, la empatía, haciendo simulaciones, en vez de para vivir de manera auténtica”.

Según esta visión institucionalizada, el sacerdote se realiza en su ministerio, a través del orden sagrada, solo como soltero y para toda la vida. Pero la decisión presumiblemente libre de un joven muchacho, el entusiasta con la gran propuesta que piensa haber recibido, no presupone que su profunda adhesión al mensaje de Jesús no pueda crecer, madurar, cambiar e incluso se exprese mejor, a un cierto punto, a través de un presbiterado casado. Simplemente es esto lo que sucede, lo que no se está en condiciones de ver ni de valorar plenamente.

Una elección de este tipo no puede ser inmutable, y no se trata ni de una traición ni, mucho menos, de una caída o una infracción, porque el amor no va en contra del amor. Y el sacerdote, como cualquier ser de humano, tiene necesidad de vivir con sus semejantes, de experimentar sentimientos, de amar y de a ser amado y también de confrontarse profundamente con el otro, cosa que difícilmente está dispuesto a hacer por temor de exponerse al peligro.

Tras la cortina del dicho y no-dicho, esto es lo que estamos viviendo. Y ‘como si este sistema eclesiástico, con sus reglas, lograra aprisionar la parte más sana de todos nosotros.

¿Qué sucede, de hecho, si el sacerdote se enamora? Puede escoger:

*
1. Sacrificar las propias exigencias y los propios sentimientos, así como los de la mujer, a favor de un “bien más grande” (¿cuál?)
*
2. Vivir la historia en clandestinidad, con la ayuda y la complicidad de los mismo superiores a veces; es suficiente que no se llegue a saber y que no de dejen vestigios (es decir, hijos)
*
3. Tirar la sotana, expresión usual que define la elección de alguien que no puede más, es decir, de un traidor.

Cada uno de estas opciones les provoca un dolor grande a las personas implicadas, que, vayan las cosas como vayan, tienen mucho que perder.

¿Y cuáles son las opciones de la mujer?

*
1. Inmolar las propias exigencias y los propios sentimientos a favor de “un bien más grande uno” (en este caso, el bien del sacerdote)
*
2. Aceptar vivir la historia en secreto, pasando el resto de su vida a la espera de que el sacerdote pueda dedicarle algún pellizco de su tiempo, momentos robados, sacrificando el sueño de una historia junto a un hombre “normal”
*
3. Soportar el peso de quien obligó al sacerdote “tirar la sotana “, aparte de compartir el peso de su presunto “fracaso”.

Un sacerdote que se sale es considerado como “el que no logró llevar adelante la gran renuncia necesaria “, y por lo tanto de algún modo es marginado. Y esto es una cosa difícil de soportar, para uno que está convencido a ser “un escogido, uno que recibió una llamada especial”, un Alter Christus, que con un gesto solo de las manos consagra, transforma la naturaleza de las cosas … que perdona, que salva!

¿Es posible renunciar a todo esto? ¿Y para qué?

Para una vida normal de la pareja, que suena a asunto banal en comparación con los poderes que el “funcionario de Dios” puede ejercer a través del orden sagrado.

Y, sin embargo, una de las frases más recurrente de los sacerdotes a sus “compañeras”, lo resume en pocas palabras: “te necesito para ser lo que soy“, es decir, un sacerdote.

¡No se asombre, Santidad! Para lograr ser testigos efectivos de la necesidad del amor tienen necesidad de personificarlo y vivirlo plenamente, de la forma que su naturaleza lo exige. ¿Es una naturaleza enferma? ¿Trasgresora?

Si se entiende bien, esta expresión manifiesta la urgencia de ser también parte de un mundo a dos, de poder ejercitar ese derecho natural y fundamental de quien a menudo la iglesia institucional habla en la solemnísimas y latinas encíclicas, reservado claramente únicamente a los laicos, y negado a los clérigos, que llegan a ser tan sobrenaturales, tal separados de los todos los otros, que no logran ni distinguir lo que les rodea.

¿Pero es posible que Usted no logre ver que el sacerdote es un ser dolorosamente solo? Tiene un montón de cosas que hacer, que le llenan el día y le vacían el corazón. A menudo ni se da cuenta de ello, aprisionado como está de las liturgias y de los deberes de su oficio. Y puede suceder que entre sus conocidos haya una persona un especial que parece, ya desde la primera mirada, hecha expresamente para calentarle el corazón, completando y enriqueciendo también el ministerio. Y esto es simplemente lo que sucede frecuentemente.

Pero la disciplina eclesiástica le dice “No, tú has sido escogido para algo mucho más grande”. Y se siente culpable, porque él no es capaz de imaginar algo más grande de lo que está experimentando. Pero se fía de la obediencia que ha prometido, pensando que representa la voluntad de Dios, su plan para él y para los que son como él. El heroico célibe vuelve por lo tanto al estrado de una institución que lo pretende así y que incluso ha dispuesto ya una promoción a cambio de la necesaria separación.

¿Y todo esto ruina en el nombre de qué amor?

Lo que hace ocultar, lo que hace renunciar, lo que hace mal, no es el amor del Padre. Citamos finalmente una conclusión de Drewermann:

“El Dios de quien hablaba Jesús quiere precisamente lo que la iglesia católica hoy teme más que nada: una vida humana libre, feliz y madura, que no nace de la angustia, sino de la confianza obediente y que es liberado de las limitaciones de la tiranía de una teología tradicional que prefiere buscar la verdad de Dios en las escrituras sagradas antes que en la santidad de la vida humana”.

Antonella Carisio, Maria Gracia Filippucci, Stefania Salomone… junto a otras … también en nombre de todos quienes sufren a causa de esta ley injusta.

La imagen que acompaña es la misma de Atrio, La muchacha está “crucificada”:
contra las espaldas del muchacho, no clavada, sino colgando, resignada, serena; como parada contra una pared y esperando.

viernes, mayo 14

poner la cruz

¿Vale la pena poner la cruz en la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la renta? La respuesta es sí. La Iglesia es mucho más que algunos miembros del clero no muy honrados o ciertas declaraciones de la jerarquía. Ahora más que nunca , vale la pena marcar con dos cruces  las dos casillas, la de la iglesia y la de otros fines sociales.
Más que nunca porque las necesidades básicas se han incrementado. Muchas ONG y de manera muy destacada de la Iglesia Católica realizan una labor social muy eficaz. Y más eficaz lo será si se cuenta con la solidaridad de los contribuyentes, sean creyentes o no.
Hoy existen gentes de iglesia, o no, que dan de comer al hambriento y de beber al sediento. Porque hoy hay literalmente hambre y sed.

Por eso, se sea creyente, o no, vale la pena poner la cruz en la declaración del IRPF. A pesar de todo. No hacerlo porque haya curas que deban estar en la cárcel o no nos guste la actuación de la Jerarquía Eclesiástica sería un flaco favor al "hermano" que vive a nuestro lado.

miércoles, mayo 12

clausura

Que Internet es una caja de sorpresas es algo muy sabido. Que está lleno de basura también. Pero en muchas ocasiones es fácil encontrarse con perlas como las que hoy os enseño.

Llego a Entropía, el suplemento que ordena la realidad,  a través del blog  la buena prensa. Me encuentro con una revista visualmente muy agradable y con contenidos atractivos, lejos de los cotidianos en otras publicaciones; que en su editorial afirma que existen para proporcionarle libertad al lector, libertad que llega a través del conocimiento.  Un buen principio.

Curioseo, miro su  galería de fotos, parte de ella la podéis ver en este blog, entro en su web y llego a la edición  impresa. 108 páginas  que invitan a adentrarse en su lectura.
Entre ellas un reportaje sobre la vida de 26 monjas en Alloz, Navarra, en un convento cisterciense. Reportaje realizado por una agnóstica a quien su editor le pide que no se deje llevar por los prejuicios y que su mirada sea honrada.

No os cuento más, seguid el enlace a sus páginas: clausura  y leerlas, merecen la pena.


Seguiré sus próximos números, me interesa el aire fresco en nuestra prensa.



martes, mayo 11

la magia de leer y escribir

Siempre que se habla de magia solemos pensar en la magia blanca o en la magia negra. Sin embargo, la magia más poderosa es la del negro sobre el blanco. La escritura y su inseparable compañera la lectura. Leer significa ser capaces de entender cualquier tipo de signo. Para los científicos la Naturaleza es un gran libro y para las personas religiosas la realidad que nos rodea es un poema escrito por la mano de Dios.

Ahora que se celebran ferias del libro por doquier, sirvan estas modestas reflexiones de homenaje al libro y permitidme que os cite algunas opiniones sobre los libros:

En la Biblioteca de Toledo existe un códice medieval donde se lee:

El libro es lumbre del corazón; espejo del cuerpo; confusión de vicios; corona de prudentes; diadema de sabios; honra de doctores; vaso lleno de sabiduría; compañero de viaje; criado fiel; huerto lleno de frutos; revelador de arcanos; aclarador de oscuridades. Preguntado responde, y mandado anda deprisa, llamado acude presto, y obedece con facilidad.

Y Calderón dejó escrito:

Discreto amigo es un libro: / que a propósito que habla / siempre en lo que quiero yo. / Y que a propósito calla / siempre en lo que yo quiero / sin que puntoso me haga / cargo de que por qué le elijo, / o por qué le dejo. Blanda / su condición, tanto que / se deja buscar si agrada, / y con el mismo semblante / se deja dejar si cansa.
Y para terminar Neruda opinaba:
LIBRO
hermoso,
libro,
mínimo bosque,
hoja
tras hoja,
huele
tu papel
a elemento,
eres
matutino y nocturno,
cereal,
oceánico,
en tus antiguas páginas
cazadores de osos,
fogatas
cerca del Mississippi,
canoas
en las islas,
más tarde
caminos
y caminos,
revelaciones,
pueblos
insurgentes,
…….
Y aquí una imagen del libro del futuro

domingo, mayo 9

¿Hay límites?

El hombre actual está muy ocupado. Siempre tenemos prisas, prestamos atención a varias cosas a la vez, pero ¿no hay límites?

La imagen que acompaña a este comentario es el resultado de una encuesta: ¿está bien mandar mensajes por el teléfono móvil mientras hacemos el amor, comemos o estamos en el aseo?

Los resultados son diferentes entre menores de 25 años y mayores de 25.

¿Debemos aprender a trazar una linea?


sábado, mayo 8

las personas que sufren

Las estadísticas son necesarias para afrontar los problemas sociales. Sin embargo, nunca podemos perder de vista que cada cifra, cada dato, responde a rostros humanos, a vidas de personas concretas. A todos aquellos que sufren en su cuerpo o en su espíritu.
Las cifras que maneja Cáritas nos indican que en nuestra sociedad hay muchos miles de mujeres y hombres, viejos y jóvenes, niños y adolescentes que sufren. Muchos de ellas llevan sufriendo muchos años, algunas todas sus vidas. El hambre, la alimentación insuficiente e inadecuada, la falta de vivienda digna, las limitaciones culturales, las enfermedades crónicas, la miseria física y moral…vienen de muy lejos. Posiblemente muchos no han disfrutado de las ventajas que ha llevado asociada la sociedad del bienestar, de los derechos humanos y de los seguros a todo riesgo. Han caído del tren en marcha y ven como estos convoyes del bienestar se alejan ante ellos. Muchos viven en los márgenes, e incluso algunos en los márgenes de los márgenes.
Una gran multitud de nuevos pobres es el resultado humano de la crisis financiera y económica que estamos sufriendo. Muchos nunca imaginaban que les podía llegar esta situación. De disfrutar de las ventajas del trabajo estable, de ir pagando las hipotecas, abrían créditos para pagar vacaciones, celebraciones y dispendios adicionales. Todo se ha hundido de repente. Muchas empresas han cerrado, ha aumentado, con cifras terribles, el paro, muchos han tenido que dejar sus casas, no pueden devolver los créditos, deben dineros a tercero, no pueden pagar la luz, el agua o el teléfono.
Todo esto tiene grandes repercusiones en el ámbito interior y espiritual de las personas: la incertidumbre, la angustia, las pesadillas, los complejos, las críticas, la desconfianza, las evasiones, el mal humor, las dudas, la continua ofensa de la ostentación y los gastos escandalosos de una parte de la sociedad, los desengaños, las frustraciones…
Cada persona, sea quien sea, tiene que poder vivir en el mundo con aquella dignidad que le viene dada con la vida misma. Los Padres de la Iglesia de los primeros siglos insistían continuamente que los bienes eran patrimonio de todos y que lo que sobraba a unos se convertía en propiedad de otros cuando carecían de aquello que era imprescindible.
Las cifras de Cáritas nos hablan de la necesidad de misericordia, de bondad, de compasión, pero en primer lugar de necesidad de justicia. Prescindir de ella en el fondo es una nueva burla a los pobres.



Para saber más:

Una mirada a la pobreza, Cuadernos CJ, número 167


Podemos leerlo  aquí: Una mirada a la pobreza

jueves, mayo 6

¡mirad como se apedrean!

Hoy publico un artículo que he leído en atrio . Se hace eco del publicado por Jairo del Agua en el blog que magníficamente escribe en periodista digital. Las imágenes que utilizo son las mismas que se publican allí. Y lo hago por estar totalmente de acuerdo con su contenido. Creo que leerlo y reflexionarlo nos puede ayudar a hacer camino al andar. Puede parecer largo, pero no tiene desperdicio.

¿Existen católicos “no cristianos”?

Pues parece que sí, puesto que existen católicos de faca al cinto que arremeten contra todo lo que se mueve.

Los hay y los ha habido siempre a lo largo de nuestra historia. Pero ahora muchos de ellos pululan por Internet como “blogger” o como comentaristas y arremeten contra cualquier viento nuevo sin compasión ni modales.

Y lo hacen de forma reiterada, consciente, violenta, frecuentemente embozados en seudónimos y datos falsos. Es uno de los fenómenos actuales que más me llaman la atención.

Sin embargo los cristianos somos, ante todo, personas libres porque libres nos creó el Creador y porque a liberarnos vino el Señor. He aquí algunas pruebas:

“El Señor es Espíritu y donde está el Espíritu del Señor allí hay libertad” (2Cor 3,17).
“Hablad y obrad como quien debe ser juzgado por una ley de libertad” (Sant 2,12).
“Pero ahora, al morir a la ley, a la cual estábamos sujetos, hemos quedado libres para servir a Dios no conforme a la letra de la vieja ley, sino conforme a la nueva vida del Espíritu” (Rom 7, 6).
“Cristo nos ha liberado para que seamos hombres libres… Los que queréis ser justificados por la ley quedáis desligados de Cristo y separados de la gracia. Nosotros aguardamos la justicia esperada por la fe, mediante la fe del Espíritu… Lo que importa es la fe y que esta fe se exprese en obras de amor… Pero si os mordéis y devoráis los unos a los otros, llegaréis a destruiros mutuamente… Pues si os dejáis conducir por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Ahora bien, las obras de la carne son bien claras: lujuria, impureza, desenfreno, idolatría, supersticiones, enemistades, disputas, celos, iras, litigios, divisiones, partidismos, envidias…” (Gal 5,1 y ss).
Los supuestos católicos de armadura y pica demuestran muy poco respeto a la libertad. Por ahí ya empiezan a descalificarse como cristianos.

Si no te gusta un articulista, no lo leas. Si una opinión te parece contraria a la verdad, aporta la tuya con respeto.

¿Por qué ese afán de dar espadazos a diestro y siniestro?

“No apaguéis el Espíritu, no despreciéis el don de Profecía. Revisadlo todo y quedaos sólo con lo bueno” (1Tes 5,19).
Y toma sólo lo que hoy puedas digerir:

“Os di a beber leche, no alimento sólido, porque no lo podíais soportar; ni podéis todavía, pues aún sois carnales. Desde el momento que hay envidias y discordias entre vosotros, ¿no es porque aún sois carnales y vivís a lo humano? Porque cuando uno dice: «Yo soy de Pablo», y otro: «Yo de Apolo», ¿no procedéis de una manera puramente humana?” (1Cor 3,2).
Pero hay más. Para los cristianos es básica la omisión de juicio:

“No juzguéis y no seréis juzgados” (Mt 7,11). “Así pues, nada juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor, que iluminará los escondrijos de las tinieblas y pondrá de manifiesto las intenciones del corazón, y entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca” (1Cor 4,5).
No todos vemos lo mismo, ni hemos adquirido los mismos conocimientos, ni tenemos el mismo desarrollo personal. ¿Quién te dice a ti que ése que escribe o habla no lo hace desde lo mejor y gratuitamente? Sólo eso merecería un delicado respeto:

“Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (He 4,20).
Sin embargo, estos “católicos de papel” prefieren cualquier papel doctrinal, por apolillado que esté, a la Escritura y descargan sus arcabuces verbales contra sus hermanos por saltarse no sé qué canon, número del catecismo o superada interpretación.

Olvidan que todo compendio doctrinal requiere permanente actualización, que los papeles y cuadrículas son tantos que es imposible mantenerlos al día. Así nos encontramos con que parte del Catecismo oficial se ha quedado obsoleto (hay puntos y temas de urgente reforma), que la Liturgia tiene gazapos escondidos en la rutina (en contra de los que todavía afirman que “lex orandi, lex credendi”: todo lo que se ora hay que creerlo; al parecer, aunque sea erróneo), que la selección del Leccionario es inapropiada para nuestros días (no lo digo yo, lo dijo el Sínodo de Obispos en octubre 2008), etc.

Estos católicos en celo -o lo que sean- se comportan como los apóstoles antes de su conversión:

“Pero los samaritanos no lo recibieron porque iba camino de Jerusalén. Al ver esto, los discípulos Santiago y Juan dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió: No sabéis de qué espíritu sois, porque este Hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos” (Lc 9,53).
O, lo que es peor, se muestran como los nuevos fariseos:

“Los guardias respondieron: «Nadie habló jamás como habla este hombre». Los fariseos les dijeron: «¿También vosotros os habéis dejado engañar? ¿Ha creído acaso en él algún jefe o algún fariseo? Esa gente que no conoce la ley son unos malditos»” (Jn 7, 45). “A algunos que, pensando estar a bien con Dios, se sentían seguros de sí y despreciaban a los demás, les dirigió esta parábola: Dos hombres fueron al templo a orar; uno era fariseo y el otro publicano” (Lc 18,9).
¿Qué más dijo el Señor de los fariseos?

Los que escriben o comentan en los “blogs” o en cualquier foro -virtual o real- con los bolsillos cargados de pólvora y los ojos cegados de ira olvidan una verdad evidente: la vida del hombre sobre la tierra es progresiva -individual y colectivamente- como lo es la revelación del Espíritu. Al menos lo es nuestra capacidad de descubrirla:

“Muchas cosas tengo que deciros todavía, pero ahora no estáis capacitados para entenderlas. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa. Pues no os hablará por su cuenta, sino que os dirá lo que ha oído y os anunciará las cosas venideras” (Jn 16,12).
Olvidan igualmente que la “doctrina oficial”, ciertamente muy valiosa, constituye la señalización conocida y recomendada para un momento dado. Pero nada impide que se puedan descubrir nuevos caminos y luces, accesos anteriormente ocultos.

Apedrear a los buscadores sinceros porque hablan lenguas nuevas es tan necio como negarse a usar los inventos recientes o desechar los descubrimientos científicos. Me gusta preguntar: ¿Qué hubiera sido de los israelitas sin los exploradores o los profetas?

Y por último, olvidan un valor básico para cualquier cristiano: la prioridad de la Paz. Somos discípulos de un pacifista. Lo que no quiere decir que seamos flojos, débiles, vencidos, ni cobardes.

Todo lo contrario. Para ser pacifista, para salir a la palestra armado solamente con el deseo de hacer el bien, hay que ser muy fuerte, muy profundo y muy cristiano.

Después de tantas “guerras de religión” y “abusos contra las personas” con los que hemos deshonrado a la Iglesia, por fin Juan Pablo II nos lo dijo muy claro: “La fe se propone no se impone”, por muy reluciente, excelsa e irrevocable que nos parezca nuestra fe particular. Ni tú, ni yo, ni nadie, tenemos derecho alguno a “excomulgar” a quien no se expresa como yo pienso, digo o practico. Proponer es lo nuestro, nunca imponer. Y menos con las envenenadas armas de la injuria, la maledicencia, la difamación o la calumnia.

Si lo que éste o aquél afirman haber descubierto no te hace bien, pues sigue tu camino y tu conciencia.

Desde luego yo nunca pretenderé imponerte lo que escribo. Si escribo es porque deseo hacer el bien. Es más, porque muchas personas me confirman reiteradamente que les hace bien lo que escribo. ¿Negaré a otros escritores católicos, estudiosos, teólogos, escriturarios, etc. esa misma recta intención?

No creo que se pueda ser católico sin ser cristiano, a pesar de los violentos de todas las épocas. Aunque nuestra intención sea erradicar el error y el supuesto mal que vemos en ojo ajeno, nunca podemos pretender arrancarlo violentamente.

Lo dice el Evangelio y lo olvidan, incluso, muchos guías espirituales:

“¿Quieres que vayamos a arrancarla? Les contestó: ¡No! No sea que, al recoger la cizaña, arranquéis con ella el trigo. Dejad crecer juntas las dos cosas hasta la siega” (Mt 13,28).
¿Qué doctrina oficial avala entonces a ésos que no se separan de la guadaña?

Muchos, demasiados católicos, olvidamos nuestras señas de identidad y hacemos el ridículo más sonoro.

El signo por el que empezó a reconocerse a los cristianos fue aquella rotunda admiración: “¡Mirad cómo se aman!” [1].

Hoy día, cualquiera que surfee un poquito por páginas religiosas podría decirnos: ¡Mirad cómo se insultan, juzgan y apedrean! ¿Por qué? Porque olvidamos el Evangelio y negamos el Espíritu.

Repetimos lo mismo que nuestro Señor censuró: el fanatismo, el rigorismo humano y la rigidez de una religión miope que se apega a lo secundario (letra, rito, doctrina y tradición) y olvida lo principal (el amor, el Espíritu y el camino a la plenitud). Nos lo dejó clarísimo en su testamento:

“Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros; igual que yo os he amado, amaos también entre vosotros. En esto conocerán que sois discípulos míos, en que os amáis unos a otros” (Jn 13,34).
Cuando oigas o leas palabras nuevas, interpretaciones distintas, voces inéditas, tómalas o déjalas, cuestiónate o sigue por la senda de lo trillado. ¡La elección es tu derecho!

Pero no acuses a nadie de hereje o de enemigo. Antes de descalificar, agredir o matar relee el martirio de san Esteban:

“Veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie a la derecha de Dios». Ellos, lanzando grandes gritos, se taparon los oídos y se lanzaron todos a una sobre él; lo llevaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo” (He 7,56).
¿No hacemos hoy lo mismo?

A esos católicos inmovilistas de agresión rápida y verbo ofensivo les recordaré:

“El cristianismo es Camino que hay que caminar, Verdad que hay que descubrir y Vida que hay que desarrollar”.

El inmovilismo es contrario al cristianismo: “Jesús le dijo: «Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos»” (Mt 8,22).

La prueba final es breve y rotunda:

“Por sus frutos les conoceréis” (Mt 7,20).
Si se apedrean entre sí o apedrean a otros, ni católicos ni cristianos; sólo violentos y agresivos homínidos. Confundir religión con violencia -sea en el grado que sea- es una de las mayores degradaciones de nuestra historia y la negación de nuestra identidad.

Jairo del Agua

la flor del desierto

Un buen amigo me ha enviado este vídeo, creo que es de justicia colocarlo aquí para seguir denunciando las barbaridades que se cometen contra los derechos humanos de las personas en diferentes partes del mundo. A pesar de ser disfrazados con etiquetas diversas siempre serán atentados contra la dignidad del hombre o de las mujeres.

martes, mayo 4

nueva versión de la cenicienta

“La Cenicienta que no quería comer perdices” es un cuento moderno que nos muestra la situación de tantas mujeres que un día descubrieron que su vida no es ese cuento de hadas que les prometieron y que se creyeron.

La autora Nunila López Salamero y la ilustradora Myriam Cameros Sierra adaptan el cuento clásico de la Cenicienta, pero esta vez la protagonista es vegetariana, divertida y rebelde. 45 páginas de imágenes y textos breves que pueden servir en las aulas de Secundaria como detonante para el diálogo. Se puede leer en clase, dibujar su propia versión de la historia, debatir la intención de las autoras, recrear la trama en un vídeo creado por los alumnos, hablar sobre el rol social de mujeres y hombres, etcétera.

El libro puede descargarse en pdf, pero lo suyo sería comprarlo. Aún así, la edición online puede servir para trabajar el libro desde el aula o en blogs de alumnos.

Información obtenida del blog cuaderno de recursos educativos

lunes, mayo 3

el futuro de nuestro ordenador

Este video lo he visto en la huella digital Nos habla del uso táctil de nuestro ordenador en 3D

domingo, mayo 2

la abuelidad

La mayoría de los abuelos se sienten un poco niños. Vuelven a la infancia al lado de sus nietos. Por eso, para ese estado, quizá deberíamos hablar de
"abuelidad" , que no es exactamente lo mismo que vejez. Es un modo distinto de vivir esos años. Su presencia se ha hecho necesaria debida a los horarios y las jornadas extensas de los padres, la situación económica ha permitido tirar adelante a muchas familias gracias a la paga de los abuelos que han ayudado a sus hijos a resistir la crisis.
No olvidamos la importancia educativa que ofrece a los niños situaciones afectivas diferentes y enriquecedoras. Que permite a los abuelos disfrutar de los nietos, mimándolos sin enfrentarse a las reglas establecidas por los padres.
José Luis Sampedro publicó en la revista El Ciervo un precioso artículo acerca de su vivencia con su nieto, la semilla de la sonrisa etrusca
Pero a la vez, nos encontramos con otra generación de abuelos, que no están dispuestos a echarse a un lado del camino para dejar paso. En una década los mayores de 65 años representarán cerca del 30% de la sociedad. Que habrán asimilado la cultura del ocio, que conocen sus derechos y los exigirán, que han asimilado los cambios tecnológicos, que utiliza la información, que está integrada en la sociedad de consumo que está dispuesta a atender sus necesidades.
Cerca de un 80% viven en casas de su propiedad, no pagan alquileres y hace tiempo que dejaron atrás la hipoteca, lo que les permite manejar más dinero. Que se han convertido en “salvavidas del sector turístico” en los meses de temporada baja. Que han decidido participar en ONG y que son un sector enormemente atractivo para los partidos políticos.
El sociólogo Enrique Gil Calvo publicó un libro: El poder gris,
donde desarrolla la idea de la importancia de este segmento de edad y habla sobre todo del papel muy activo de las mujeres en todos los sentidos: la vejez cambia
Entre otras cosas afirma:
“Las futuras generaciones desarrollarán activismos de todo tipo hasta edades mucho más tardías. A los 75 años seguirán al pie del cañón, se negarán a jubilarse, formarán asociaciones, reivindicarán, se movilizarán, darán mucha guerra. Y en ese sentido otra idea bonita que hay en el libro es que las futuras generaciones de viejos estarán en buena medida lideradas por las viejas. Las viejas actuales son la mayoría analfabetas, han vivido toda su vida sometidas a los varones y no se atreven a levantar la voz. Mientras que las mayores del futuro, que ya habrán tenido una vida con independencia económica o profesional del varón, levantarán su voz muy por encima de la de sus coetáneos masculinos.”