Un jubilado residente en Brewster, en Massachusetts (EE UU) no podía sospechar, ni él ni los médicos, que la causa de sus problemas respiratorios era una planta de guisante que estaba creciendo en su pulmón izquierdo.
Ron Sveden, que así se llama la víctima, asegura que tosía mucho y no tenía ganas de hacer nada. Le hicieron pruebas médicas durante dos semanas, en busca de un posible tumor, pero finalmente los doctores hallaron en su pulmón la planta, que medía varios centímetros. Los facultativos no daban crédito.
En el centro médico piensan que Sveden se comió un guisante dos meses antes, y éste tomó un camino equivocado. En lugar de ir al esófago, la semilla, presumiblemente, fue a parar a la traquea y de ahí pasó a los bronquios.
Finalmente, los médicos lograron extirparle la planta del pulmón y el jubilado se recupera ahora satisfactoriamente.
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