Para querer
hay que embarcarse en todos
los proyectos que pasan,
sin preguntarles nada,
llenos, llenos de fe
en la equivocación
de ayer, de hoy, de mañana,
que no puede faltar...
Con el júbilo único
de ir viviendo una vida
inocente entre errores,
y que no quiere más
que ser, querer,quererse.
Ahora entran en juego tu imaginación y tu sensibilidad: léelo, reléelo y utilízalo
El cantar más bello, Cantar de los cantares, traducción y comentarios de Emilia Fernández Tejero, doctora en Filología Semítica y profesora de Hebreo.
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